Sequedad Ocular – Conjuntivocalasia

El presente post tiene como objetivo servir de apoyo documental y de procedimiento de diagnosis diferencial para la Acción conjunta del Grupo Asesvision de compras y acciones conjuntas SEQUEDAD OCULAR dentro del conjunto de acciones englobadas dentro del paraguas “Déjanos cuidar tus ojos” que se desarrollará durante las próximas semanas. Para más información acerca del Grupo o las Acciones conjuntas, escribir mensaje a fernando.ruiz@asesvision.com

La irritación en incomodidad con la superficie ocular aumenta con el envejecimiento de los pacientes. La Conjuntivocalasia (CCL) es una condición crónica que a menudo se pasa por alto y puede resultar en que los pacientes experimenten incomodidad en su superficie ocular. La CCL se caracteriza por la presencia de pliegues conjuntivales sueltos, redundantes, no edematosos cuyo desarrollo aparece típicamente en la conjuntiva bulbar inferior, cerca del margen libre del párpado.

La prevalencia de la CCL no está bien documentada pero se piensa que es más común cuanta más avanzada es la edad de los pacientes. Típicamente bilateral (aunque unilateral es posible), la población asiática parece mostrar una mayor probabilidad de padecer ésta enfermedad. La etiología tampoco está clara, sin embargo, ciertos factures parecen aumentar la probabilidad de desarrollarla: envejecimiento, género femenino, enfermedad de ojo seco concurrente, uso de lentes de contacto, error refractivo hipermetrópico, exposición a la radiación ultravioleta, desórdenes palpebrales (p.e. dermatocalasia), y la presencia de enfermedad sistémica autoinmune (p.e. disfunción tiroidea).

La fisiopatología de la CCL todavía no está clara aunque se piensa que refleja el desarrollo de arrugas. La laxitud conjuntival ocurre por la reducción de tejido conectivo subconjuntival con el envejecimiento, lo que crea plieges sueltos de tejido. Durante el parpadeo ocurre una fricción mecánica sobre éste tejido suelto, lo que puede crear sensación de cuerpo extraño y también conducir a inflamación superficial. La Matriz Metaloproteinasa (MMP-9) es un potente mediador inflamatorio y también funciona como enzima proteolítica que puede incrementar la descomposición de la matriz conjuntival extracelular y aumentar la laxitud y redundancia del tejido conectivo.

La CCL a menudo es asintomática, sin embargo cuando aparecen los síntomas, pueden variar significativamente de una persona a otra, y pueden incluir epifora, y quejas relacionadas con el ojo seco como sequedad, irritación, incomodidad, visión borrosa, fatiga ocular, dolor, quemazón y sensación de cuerpo extraño. Éstos síntomas son probablemente atribuibles a inestabilidad de la película lagrimal, retraso en la limpieza lagrimal (RLL), inflamación de la superficie ocular y compresión mecánica de la conjuntiva redundante durante el parpadeo.

Se han propuesto varios sistemas de grado para la anotación en el diagnóstico y evaluación del alcance de la CCL. Un sistema de clasificación (escala 0-3) usa el número de pliegues de la conjuntiva a nivel palpebral y la altura de dichos pliegues en comparación con el menisco lagrimal, mientras que otro sistema clasifica vía la visibilidad de los pliegues conjuntivales (escale 1-3). Independientemente del sistema de escala usado, la CCL se identifica con mayor facilidad usando la tinción con fluoresceina sódica, que resalta los pliegues conjuntivales y la correspondiente disrupción/ impedimento del menisco lagrimal en el área de los pliegues.

El tratamiento de la CCL primeramente implica un enfoque medico o quirúrgico. Con el tratamiento médico, el objetivo es reducir la irritación e inflamación ocular. La lubricación tópica es el pilar del tratamiento para estos pacientes, pero como en las Enfermedades de Ojo Seco (EOS), no debe considerarse esto como la panacea. Esteriodes tópicos también se usan a menudo para reducir la inflamación ocular, y también es muy importante abordar otras enfermedades oculares recurrentes. Hay varias técnicas quirúrgicas usadas actualmente para tratar la CCL, incluyendo la cauterización conjuntival para reducir la conjuntiva redundante, excisión conjuntival, con o sin injerto de tejido, fijación escleral del tejido conjuntival, y procedimientos adicionales empleando varias formas de láser o radioterapia.

¿Cuándo debes sospechar que tu paciente puede tener CCL? Los autores urgen evaluar a todos los pacientes que presenten cualquiera de los síntomas ya mencionados, o cualquiera que no responda al tratamiento convencional de las quejas de superficie ocular. También instan a tratar pacientes asintomáticos, como prevención ya que el problema sólo irá a peor con el tiempo. La CCL es una enfermedad pasada a menudo por alto que puede tener un papel importante en la comodidad en la superficie ocular de nuestros pacientes. La evaluación cuidadosa del tejido conjuntival inferior puede proporcionar pistas significativas sobré qué está causando los síntomas que presenta el paciente.

Los siguientes puntos pueden ayudarnos a diferenciar una Enfermedad de ojo seco de una posible Conjuntivocalasia. Dado que casi el 100% de la población mayor de 60 años puede tener ésta condición, es importante que incorporemos la Conjuntivocalasia en nuestra lista diferencial para los pacientes con síntomas de sequedad ocular para asegurarnos que se ofrecen las mejores opciones de alivio o tratamiento al paciente

  1. Preguntar siempre acerca de la localización del dolor o molestias, ya que muchos pacientes de ojo seco se quejan de irritación, pero tiende a ser no localizada, mientras que los pacientes de Conjuntivocalasia suelen localizar la molestia en un lugar muy concreto (p.e. ínfero-temporal). Mirar con detalle dicha zona, teñir con fluoresceína puede ayudar a localizar el tejido suelto.
  2. Una vez identificado, aplicar una ligera presión en el párpado donde se localiza la Conjuntivocalasia mientras el paciente mira en dirección contraria. Si se reproduce la molestia, probablemente el culpable sea la Conjuntivocalasia
  3. Una buena pista puede ser que nos digan que la visión borrosa o las molestias empeoran con el parpadeo o la mirada inferior, ya que en la gran mayoría de las condiciones de ojo seco esto mejora con el parpadeo (salvo en caso de epiteliopatía de párpado superior)
  4. Síntomas de ojo seco en presencia de una osmolaridad lagrimal normal y simétrica es también un poderoso indicativo de que, probablemente, estemos ante una condición diferente a ojo seco. Sin embargo debemos recordar que cuando haya una alteración crónica del fluido lagrimal (como ocurriría en caso de una Conjuntivocalasia de larga duración), el ojo finalmente desarrollará cambios en la osmolaridad. Por lo tanto, la osmolaridad no es determinante en la diagnosis de la Conjuntivocalasia

 

 

Fuente: resumen y notas del editor de Ocular surface news sobre el artículo “Conjunctivochalasis: a systematic review” (Marmalidou A, Kheirkhah A, Dana R)

Enlace interesante y fuente de algunas imágenes publicadas: https://areaoftalmologica.com/conjuntivocalasia/

Traducido, comentado y adaptado por Fernando Ruiz Corregidor, OC 8137, Administrador de Asesvision 3.0, S.L.

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